La creatividad, reconocida como una competencia clave del siglo XXI, es fundamental en la formación estudiantil para el desarrollo de profesionales capaces de innovar y contribuir al progreso social y económico. En Chile, la educación se encuentra en un punto de inflexión, buscando estrategias para integrar efectivamente el fomento de la creatividad en sus currículos y prácticas pedagógicas.
Desarrollo creativo en el diseño curricular
Expertos en educación enfatizan la necesidad de un diseño curricular que contemple el desarrollo creativo de los estudiantes como un objetivo específico de la acción pedagógica. Esto implica incorporar objetivos, situaciones y metodologías que fomenten la creatividad y competencia creativa en los planes de estudio.
La formación docente juega un papel crucial en este proceso, ya que los educadores deben estar preparados y dispuestos a promover un ambiente que estimule la creatividad y la construcción de significados, donde el desarrollo creativo sea un eje central en la formación profesional de los estudiantes.
Llevar la creatividad a la práctica
La Universidad Católica de Chile ha tomado la iniciativa de promover la creatividad y el trabajo interdisciplinario a través de espacios como el Fablab UC, BioFabLab y el Cowork Ruta5. Programas como Jump Chile y SINLÍMITES muestran cómo la creatividad no solo se incentiva, sino que se materializa en proyectos reales de innovación y emprendimiento, ofreciendo a los estudiantes la oportunidad de resolver desafíos reales presentados por la red de emprendedores y empresas asociadas.
Creatividad y tecnología
La integración de las tecnologías de la información y comunicación (TICs) en el ámbito educativo ha abierto nuevas posibilidades para fomentar la creatividad. Las herramientas digitales, como smartphones, laptops y plataformas online, ofrecen a los estudiantes acceso a una amplia gama de estrategias de aprendizaje y fomentan la elaboración de proyectos e ideas innovadoras. Los docentes son alentados a utilizar estas herramientas digitales para enriquecer el proceso de enseñanza-aprendizaje y promover un ambiente creativo en el aula.
Capacidad de crear el futuro
Un cambio en el modelo de evaluación es esencial para desarrollar a los profesionales del futuro, transitando de premiar la memorización de contenidos a valorar la capacidad de los estudiantes para crear y explorar nuevas posibilidades.
El trabajo interdisciplinario emerge como un elemento clave para impulsar la innovación y la creatividad, sugiriendo la necesidad de romper con los silos educativos y promover la colaboración entre diversas disciplinas.
No existen modelos únicos para la creatividad
La creatividad es una expresión única del ser humano, que varía de acuerdo a los talentos individuales. Promover la creatividad implica potenciar estos talentos a través del autoconocimiento, la reflexión y la experimentación. La creatividad se ve enriquecida en la diversidad y el encuentro de distintos talentos, lo que sugiere un enfoque más colectivo e inclusivo en su fomento.
El fomento de la creatividad en la educación chilena representa un desafío complejo pero esencial para preparar a los estudiantes para un mundo en constante cambio. A través de un diseño curricular innovador, la integración de tecnologías y un cambio en la cultura educativa hacia la valoración de la creatividad y el trabajo interdisciplinario, Chile avanza hacia una formación estudiantil que no solo responde a las demandas actuales sino que también anticipa las necesidades futuras del país y del mundo.
ENLACES RELACIONADOS:
- Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de Información A.G. sobre Creatividad
- UNESCO sobre Patrimonio Cultural y Fomento de la Creatividad en Chile
- El Mostrador sobre la Creatividad en el Sistema Escolar Chileno
